La telenovela involucra una historia de amor, espiritualidad y redención al retratar uno de los enredos más
polémicos y controvertidos de la Biblia Sagrada: el Fin de los Tiempos.
La historia será narrada en tres fases, la primera en los años 80, la segunda en la década de los 90 y la última en los días actuales. En el transcurso de la trama, profecías apocalípticas ocurren en todos los núcleos de la telenovela: Río de Janeiro, Roma, Jerusalén y Nueva York, donde el fatídico día 11 de septiembre forma parte de la narrativa.
La primera fase comienza en la Nueva York de la década de 1980, centrada en el encuentro de cuatro jóvenes universitarios de diferentes nacionalidades: el estadounidense Alan, el italiano Adriano, la israelí Débora y la brasileña Susana.
Susana y Alan viven una delicada relación que evoluciona hacia una bella historia de amor; ya Adriano y Débora son más intensos y pasionales y, envueltos por una fuerza misteriosa y sombría, se casan de forma conturbada y viven una relación infeliz.
La segunda fase se inició en los años 90 con la vuelta de la pareja de carácter dudoso, Adriano y Débora y el hijo Ricardo a Nueva York, donde retoman el contacto con la pareja de amigos Alan, Susana y su hijo, Benjamín. Este reencuentro sucede, a pesar del sentimiento de envidia que Débora nutre por Susana.
La tercera fase trae la historia para los días de hoy. Benjamin es un hombre de excelente índole, que vive un matrimonio feliz con Zoe, el amor de su vida, y se ha convertido en un prestigioso científico.
Impulsado por una inmensa ambición y alentado por el sentimiento de envidia de que su propia madre, Débora, Ricardo entre en escena para usurpar la autoría de los revolucionarios descubrimientos científicos realizados por Benjamin.
Él, que siempre fue apasionado por Zoe, usará los estudios del rival en un plan perverso de dominación mundial que traerá a la luz la verdadera identidad del hombre: el anticristo, enviado del diablo predicho en la Biblia para destruir espiritualmente a la humanidad.
Ante el “fin”, personajes experimentan momentos de fe, tristeza, angustia, dolor y esperanza. Apocalipsis tendrá mucha emoción y conmoción hasta llegar al Juicio Final.
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